En 1534 el español Diego de Almagro fundó la Ciudad de Trujillo. Recorriendo el centro Histórico de Trujillo nos damos cuenta que guarda un tesoro inigualable en su corazón. Está lleno de arte y belleza inalterada a pesar del incremento del paso del tiempo.

La arquitectura y cómo fueron construidas la casonas nos abre un paso a la inmensa civilización en la cual vivimos, tal trascendencia originó la evolución artística  que se ve reflejada en sus céntricas casonas de enormes puertas entalladas y con estilo de la época, sus ventanales adornadas de figuras entrelazadas formando dibujos.

Las enormes casonas se erigían como símbolo de orgullo y señorío de personajes acaudalados quienes imprimían obras de magnífica arquitectura colonial. De allí surgen, por ejemplo, casonas como las de la familia Urquiaga, Orbegoso o Ganoza Chopitea, además del Palacio Iturregui y la denominada Casa de la Emancipación.